Las estrategias terapéuticas
Con este tema asumimos la responsabilidad de difundir una línea de pensamiento original en Uruguay. Por su tangible aparición con “nombre y apellido” titulando un libro, en 1996, no sólo como un capítulo algo tímido entre otras multiplicidades.
Renovadora por su contenido alternativo a concepciones más o menos tradicionales, hegemónicas durante décadas pasadas en los niveles de atención secundaria y terciaria en materia “psi” (Psicología, Psicoanálisis, Psiquiatría, Psi…).
Décadas de corroboraciones, ratificaciones, errores, rectificaciones, ajustes, verificaciones. Aquí estamos jóvenes viejos, viejos jóvenes y jóvenes.
Conjuntamente con S. Marrero y N. Labrucherie amasamos en aquellos años, oscuros años para el país, los trabajos realizados desde esta línea de pensamiento familiar, grupal, e institucional, que practicábamos en aquel entonces, con la llegada de Bauleo a Uruguay.
Buena base para esto fueron, entre otros, los trabajos de “Terapia Combinada” (Labrucherie, Marrero, Scherzer, 1972), “Diagnóstico Familiar” (Labrucherie, Valeta, Marrero, Irazú, Grucci, 1972), “Asistencia Combinada II” (A. Scherzer, 1974), “Diferentes formas de participación de los padres y personas significativas en la psicoterapia de niños y adolescentes” (A. Scherzer, 1975).
Con A. Gelencser y P. Kunold (lamentablemente ausentes hace años), realizamos un primer trabajo, inédito, en 1977: “Estrategias Terapéuticas de Abordaje Pluridimensional”, una especie de borrador del futuro. Kunold se desinteresó del tema, y con Gelencser escribimos, en 1977, “Dinámica de las Estrategias Terapéuticas de Abordaje Pluridimensional”, publicado en Uruguay, Italia y México. Marcaron el camino.
Sabemos bien que varios colegas trabajaron y trabajan ya de este modo en la República Oriental del Uruguay. No estoy dispuesto a correr los riesgos de una involuntaria exclusión al nombrar a los compañeros de ruta – los recuerdo ahora – de distintos momentos históricos, institucionales (“contrainstitucionales”, más bien) del país y de la Psicología Nacional.
Algunos continuamos, así, nuestras prácticas profesionales; otros se afiliaron a diferentes teorizaciones y formas de comprender la clínica; otros ya no están.
Se incorporaron discípulos, por suerte. Hemos trabajado codo a codo con ellos.
Otros compartieron equipos terapéuticos, equipos de trabajo institucional, aceptando esta concepción no sin reservas y fuertes resistencias iniciales. Pero se plegaron, finalmente.
Otros se acercaron para “practicar una técnica más” (así decían), sin profundizar en la concepción de fondo, ni tener una práctica primordial en esto. Eran coyunturalmente partes de tramos de un trabajo en equipos institucionales.
Otros sólo acomodaron el cuerpo a los vientos del momento.
1. La noción de “Estrategias Terapéuticas de Abordaje Pluridimensional” une y despliega dos aspectos estrictamente pichonianos: la noción de Estrategias Terapéuticas y la noción de Abordaje Pluridimensional.
2. La noción de “Terapias Combinadas”, donde incluyo el primer trabajo presentado al Congreso Latino-americano de Psiquiatría organizado por A.P.A.L. (Asociación Psiquiátrica de América Latina), realizado en Punta del Este. Uruguay, en 1972. Su lectura coincidió con la que en la misma Mesa realizaron los ya entonces reputa-dos argentinos García Badaraco, Proverbio, etc. Grande fue la sorpresa y el impacto emocional ante la similaridad, coincidencia de planteos y el estímulo recibido por parte de los argentinos para proseguir en esta direccionalidad. Un primer espaldarazo público, como quien dice.
3. El trabajo “Un Grupo Multifamiliar en una institución cultural barrial implicada” o “Neurosis, Cultura y Sociedad” (uso indistintamente ambos títulos), muestra la posibilidad de una psicoterapia para población de bajos recursos económicos (partiendo de Freud), en una experiencia barrial vinculada a una Casa de cultura popular, descentrada de la Asistencia Hospitalaria Pública.
4. El trabajo “Asistencia Combinada II” contempla un tema no suficientemente transitado, aún, por sus actores: las vicisitudes de la relación psicoterapeuta – psiquiatra. Ideas vigentes para ser trasmitidas a jóvenes estudiosos no acartonados y sin “caracterología institucional impostada”.
Estos relatos no pretenden ser totalizadores, ni globalizadores de nada. Son aportes a una idea central, a una forma de pensar al ser humano sufriente y a formas posibles de intervención para su mejoría psíquica y física, desde una postura epistemológica, teórica, técnica, metodológica, ética, e ideológica que apunta al enfrentamiento con los factores determinantes de ese sufrimiento.
Todos los capítulos poseen una historia de intenso impacto personal e institucional, pero hoy eso interesa menos que su contenido. En otro momento, posiblemente, nos referiremos a ello.
Algo análogo sucede con el tema de “Las Terapias Combinadas” y los “Múltiples Abordajes Terapéuticos”, que forman parte del trabajo clínico concebido desde una visión que apunta, básicamente, no al asistencialismo supresor de síntomas, sino al abordaje del mayor número posible de sus determinaciones productoras, con una concepción del ser humano considerado como sujeto deseante, agente del proceso de producción de bienes materiales.
Anhelo que lleguen más colegas que, a partir de la práctica, renueven estos planteos. No puede ser de otra manera.
Aspiro a poder presenciarlo en el futuro, dando una mano, la de la experiencia, a los que nos mejoren y transformen.
Tal vez sea otra utopía más, pero sin ella no sería éste que palpita aquí.
- Algo de Historia en las Terapias Combinadas
- Algunas Formas de Intervención en un Servicio Público de Psiq. Inf.
- Aportes a las Estrategias Terapéuticas de Abordaje Pluridimensional
- Asistencia Combinada de Psicoterapia con Psicofármacos
- Caso César
- Descentramientos Históricos en la Clínica Psicosocial
- Múltiples Abordajes Terapéuticos
- Para la teoría de las 4 I
- Terapia Combinada Asistencia Individual y Familiar Simultánea
- Una Estrategia Infrecuente
- Una Paciente Dificil y Complicada
- La Terapia Familiar hospitalaria